miércoles, 3 de septiembre de 2014

Ansiedad por Separacion

La ansiedad por separación suele comenzar al introducir al perro en la familia. Al llegar el perrito a casa solemos abrazarlo, mimarlo, tenerlo cerca… etc., actitudes que normalmente se toman con el único fin de darle cariño y protegerlo. Es lo que instintivamente haríamos con un niño pero, debemos pensar que, esa proximidad a la que lo estamos acostumbrando en algún momento la tendremos que quebrar, cuando tengamos que salir y él se quede solo. Para reducir el riesgo debemos ser mesurados a la hora de estar encima del perrito, darle su espacio, donde le pediremos que se quede cuando descansa en casa y marcarles límites, como por ejemplo, no subir a los sillones o no entrar en ciertas habitaciones.

Desde el primer día démosle un largo paseo y luego lo dejaremos solo en casa descansando un corto período de tiempo que iremos agrandando gradualmente. En los casos concretos de perros que ya sufren este trastorno debemos ejercitar la distancia dentro de casa, esto será menos traumático y podemos controlar mejor sus ansiedades.

Ejercicio 1: En casa le pediremos a nuestro perro que se mantenga fuera de la habitación en la que nos encontramos nosotros. Sin cerrar ninguna puerta, cogemos a nuestro perro de su collar, lo sacamos de la habitación y lo hacemos sentar fuera frente a la puerta mirando hacia adentro para que nos pueda ver y le pedimos que se quede allí. Sé que parece difícil pero si lo repetimos las veces suficientes el perro lo entenderá. Al principio intentará volver con nosotros pero insistiremos repitiendo los mismos movimientos. Suele ayudar que pongamos su camita en el lugar donde queremos que se quede. Cuando nuestro perro ya controle esta orden pasaremos al siguiente ejercicio.

Ejercicio 2:
Es en realidad aumentar el grado de dificultad del ejercicio anterior, ya que ahora le pediremos a nuestro perrito que se quede solo en otra habitación donde no podrá vernos. Esto se hace con la puerta abierta y el método es el mismo. Le mostramos dónde, le damos la orden de tumbarse y le pedimos que se quede quieto. Nos vamos retirando lentamente controlando que no se mueva. Si se mueve corregimos hasta que lo consiga. Recordemos que en la constancia y la repetición está el éxito.

Cuando esto ya resulte simple para tu perro lo notarás mucho más relajado dentro de casa y será el momento de dejarlo solo en esa habitación. Cerremos la puerta mientras nosotros nos encontramos en casa todavía, empezando con breves períodos de tiempo que aumentaremos gradual y lentamente. Cuando ya se consiga puedes salir tranquilo de casa dejando a tu perro en el sitio destinado para este fin mientras él se relaja sintiendo que todavía estás en casa.

Otro consejo de utilidad puede ser darle un gran paseo antes de dejarlo solo. Recuerda que un perro cansado es más estable y sólo piensa en descansar a gusto. Si tu perro se suele alterar con ruidos cuando se queda solo, es conveniente dejar música, radio o televisión, algo que produzca un sonido constante para evitarle a tu perro sobresaltos con sonidos repentinos rompiendo el silencio. No te despidas efusivamente de él antes de salir, a ser posible, no te despidas, sólo sal. No te preocupes, volverás.

3 comentarios:

  1. Preciosas Fotos Liz!!! Un Buen Trabajo... Es importante tener en cuenta que una mascota implica una responsabilidad que debe ser asumida.

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  2. Te felicito. Publicas artículos de gran utilidad.

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